Muchas veces se ha dicho que la realidad es lo que nosotros percibimos individualmente. Junta muchas percepciones, y tendrás un concenso de realidad, un planteamiento acerca de la verdad. Aun asi, se establecen distinciones para lo ficticio, se habla de irracionalidades, se demarcan los límites de nuestra percepción. Dudosa manera de entender los hechos. Las cosas son o no son, y solamente en nuestra mente ¿lo demás?, importa un carajo.
Mary tenía ese pensamiento, y no quería disimular su rabia contra el mundo. Volvía a casa a pie, había estado con una compañera de trabajo tomando un café. De hecho, era la primera vez que se reunían. Mary no tenía amigos, a excepción de Marcel, su gato obeso. Él conocía todos sus secretos, la veía comer, bañarse, estar desnuda, espíar, percibir el mundo, pero lamentablemente era un gato bobo, y sólo ronroneaba (Mary juraba que era Don gato, pero era un Benito con cerebro de maní).
Aquella mañana de lunes, Mary descubrió que Pompadour se había marchado. El apuro del atraso la obligó a no preguntar nada del paradero de él. De camino al trabajo, sintió por primera vez en su vida, que debía gritar lo que sentía. Ahi comenzó el choque con la "realidad consensuada"; su grito tan desaforado (¿habrá gritado alguna vez antes?) y destemplado provocó la conmoción de la calle. Y cuando te señalan con un dedo, de verdad sientes que quizás el concepto de locura si existe. Vuelta a su realidad. Cabizbaja volvió a su rumbo.
En el trabajo, la desesperación era mayor, pero ya había probado con un grito sin resultados satisfactorios (excepto para el viejo de la esquina, que rio como hiena). Cerró los ojos, y decidió apuntar con su dedo. Azaaaaaaaar. Azaaaaaaar. Y apareció ante su mano Bridgitte, con su cara de resignación de clase media.
- Hola Mary, no traes muy buena cara.
- A la salida tomémonos un café. Tengo que hablar.
- ehh... esta bién, te esperaré en la entrada.
A la salida se reunieron como habían vagamente acordado. Fueron al café de la esquina. "Charlaron", si a un monólogo se le puede llamar así. Mary abrió su corazón a una casi perfecta extraña (extraño término también), le contó todo lo que sentía por Pompadour:
- ¿Y sabes como se llama?
- No.
- ¿Han hablado alguna vez?
- No.
- ¿Y dices que lo amas?
- Sí.
- ¿Y lo espiabas todos los días?
- Sin falta.
- Ehhhhh... bueno, debo marcharme ahora. Nos vemos mañana Mary. Adiós.
Mary abrió nuevamente un portal hacia la "realidad consensuada", y comprendió que creían que estaba loca, pero ellos NO vivían en su mundo. Decidió salir apresurada del local. Avanzó por las calles semiiluminadas, buscando a tientas su destino. Seguía pensando en las absurdas maneras de los hombres, y en lo bello que era Pompadour cuando estiraba sus brazos cada mañana. Pero ese día, Mary pensó también que no había mañana. Insisto, para algunos existe el "mañana será un nuevo día", pero en el mundo de Mary, ese nuevo, era un punto muerto.
Entrada de la casa, aproximadamente las 10 de la noche. Mary busca las llaves de su hogar. Abre la puerta. Marcel sale. En el piso un sobre. Mary lo recoge. Leer. "Para Mary"
Mary tenía ese pensamiento, y no quería disimular su rabia contra el mundo. Volvía a casa a pie, había estado con una compañera de trabajo tomando un café. De hecho, era la primera vez que se reunían. Mary no tenía amigos, a excepción de Marcel, su gato obeso. Él conocía todos sus secretos, la veía comer, bañarse, estar desnuda, espíar, percibir el mundo, pero lamentablemente era un gato bobo, y sólo ronroneaba (Mary juraba que era Don gato, pero era un Benito con cerebro de maní).
Aquella mañana de lunes, Mary descubrió que Pompadour se había marchado. El apuro del atraso la obligó a no preguntar nada del paradero de él. De camino al trabajo, sintió por primera vez en su vida, que debía gritar lo que sentía. Ahi comenzó el choque con la "realidad consensuada"; su grito tan desaforado (¿habrá gritado alguna vez antes?) y destemplado provocó la conmoción de la calle. Y cuando te señalan con un dedo, de verdad sientes que quizás el concepto de locura si existe. Vuelta a su realidad. Cabizbaja volvió a su rumbo.
En el trabajo, la desesperación era mayor, pero ya había probado con un grito sin resultados satisfactorios (excepto para el viejo de la esquina, que rio como hiena). Cerró los ojos, y decidió apuntar con su dedo. Azaaaaaaaar. Azaaaaaaar. Y apareció ante su mano Bridgitte, con su cara de resignación de clase media.
- Hola Mary, no traes muy buena cara.
- A la salida tomémonos un café. Tengo que hablar.
- ehh... esta bién, te esperaré en la entrada.
A la salida se reunieron como habían vagamente acordado. Fueron al café de la esquina. "Charlaron", si a un monólogo se le puede llamar así. Mary abrió su corazón a una casi perfecta extraña (extraño término también), le contó todo lo que sentía por Pompadour:
- ¿Y sabes como se llama?
- No.
- ¿Han hablado alguna vez?
- No.
- ¿Y dices que lo amas?
- Sí.
- ¿Y lo espiabas todos los días?
- Sin falta.
- Ehhhhh... bueno, debo marcharme ahora. Nos vemos mañana Mary. Adiós.
Mary abrió nuevamente un portal hacia la "realidad consensuada", y comprendió que creían que estaba loca, pero ellos NO vivían en su mundo. Decidió salir apresurada del local. Avanzó por las calles semiiluminadas, buscando a tientas su destino. Seguía pensando en las absurdas maneras de los hombres, y en lo bello que era Pompadour cuando estiraba sus brazos cada mañana. Pero ese día, Mary pensó también que no había mañana. Insisto, para algunos existe el "mañana será un nuevo día", pero en el mundo de Mary, ese nuevo, era un punto muerto.
Entrada de la casa, aproximadamente las 10 de la noche. Mary busca las llaves de su hogar. Abre la puerta. Marcel sale. En el piso un sobre. Mary lo recoge. Leer. "Para Mary"
6 comentarios:
me cae mal mary porque se parece un poco a mí.
y eso nunca es bueno.
mmmmmmmmmmm...mary y su gato...me gusto pero se que puedes algo mas....mne gusta como guion para un corto....
esop..
me acabo de imaginar cada detalle...si...haría un corto como dice el anterior...
me gusto mucho.....pero no con demasía ...seguire leyendo los anteriores para ver si alguno realmente me cautiva...
pobre mary!!!
esta muy sola...
narrador, podria darle mas chances a la pobrecilla?
La historia esta cada dia mas interesante y te animo a que sigas con ella y algun dia la publiques, porque te juro que esta buenisimo el relato.
Mary me parece adorable y creo que todos en algun momento de la vida hemos sido Mary, no iguales, pero sí soñadores y romanticos hasta los huesos (como ella)
saludos amigo
un beso
nos vemos!
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