domingo, 20 de enero de 2008

Un descanso en el parque

Clodomiro estaba sentado en una banca común de cualquier parque aun más común. Clodomiro leía concentrado un libro. Clodomiro dice “basta” y cierra sus páginas. Clodomiro se aburrió de su libro. Se aburrió de Mary y su inocencia. De los observadores anónimos. De Pompadour y su ceguera mental. De un perro con nombre ilustrado y más personalidad y carisma que los protagonistas.
Tomó el mamotreto recién iniciado y lo lanzó al tacho de la basura. Se levantó y se fue a caminar por la ciudad. Clodomiro ahora nuevamente tiene tiempo libre.