martes, 31 de julio de 2007

"De pies y escobas", opus 4

Resuena la música. Interesante concepto, re-sonar, es como volver a sonar. El sonido es emitido, pero nosotros los procesamos por partida doble: escuchar y entender lo oido. Un sonido en doble forma, primigenia e interpretada. Tal era la divagación nocturna de Monsieur Pompadour, recostado en su sillón. Como era habitual, Diderot a sus pies, conectado con su "amo" (un perro ilustrado jamás tendrá amo, sus ideales van más por la fraternidad, la igualdad y por sobretodo la libertad) en el trance musical. A pesar de la comodidad del lugar, Diderot aún no se acostumbraba a su nueva casa, pero al igual que para Monsieur Pompadour, este era el rito iniciático, el bautismo para el hogar reconstituido ahora. Pero no siempre todo es perfecto; Madame Ciboulette, la septuagenaria del piso de arriba, no disfrutaba mucho de la música de Bela Bartok, demasiado siniestra en su opinión, por lo cual, decidió formar su propio ritmo. Una síncopa con el pie, luego un cierto contrapunto melódico con el otro, para luego hacer uso de "novedosa" instrumentación integrando una rica polirritmia (cualquier ensamble de música docta contemporanea, pelearía por los servicios de la Madame). Este "tercer movimiento" de su Sinfonia nº 1 "De pies y escoba", adquirió una suerte de sentido inverso en Pompadour. No había sincronía, sino molestia y malestar profundo. Tal vez el cambio no resultó tan bueno como esperaba, tal vez el salir de aquel segundo piso, para mudarse a la casa de la vuelta que tanto había deseado, terminó en fracaso. Monsieur Pompadour, hombre ciego como pocos, por un momento entendió que muchas veces nuestros deseos, son sólo eso, ideas, y lamentablemente no son las mejores en la mayor parte de las casos.
Cuando Madame Ciboulette, concluyó su obra magna, no hubieron aplausos, sino silencio, y de los más profundos, pero en su interior el sabor del triunfo era exquisito. En cambio, para Pompadour había sido un inicio truncado, por tanto, se debía irremediablemente partir desde cero.
Un par de casas más allá, Mary pensaba en lo mismo, un inicio desde cero sin Pompadour, a pesar de que él nunca estuvo ahí. Insisto, deseos son sólo ideas. Afortunadamente, para algunos todavia existe el "mañana sera un nuevo día"

lunes, 30 de julio de 2007

Mañana de lúnes

Mary despertó agotada. Si, fue una mala noche, de aquellas frias y en donde rondan las pesadillas. ¿Que sueña Mary? Obvio que no lo sé, no estoy en su cabeza, sólo veo sus actos. Narrador testigo le dicen. Una mirada semi-objetiva de los hechos (semi, porque no puedo abstraerme a su soledad, y a veces, siento que podría acompañarla, si es que no fuera un ente de ficción).
Mañana de lunes, y como decía, Mary despertó agotada, pero no solamente eso. Noche fría, un mal cobertor, pesadillas que te obligan a despertarte. ¿Suma? demasiados elementos ¿Resultado? un pecho congestionado, y una nariz algo obstruida. ¿Café? Tal vez, para recomponer su cuerpo algo desecho, pero ella prefiere hacer algo antes. Camina lentamente hacia su ventana, abre disimuladamente su cortina azul, para observar como ella suele hacerlo. Mira la casa de enfrente, pero nota algo extraño para su cotidianeidad; no hay cortinas, no hay movimiento. Obviamente sus pulsaciones se aceleran, y su mente intenta rearmar la escena. Observa hacia todos lados, cuando subitamente encuentra el cartel que dice "se arrienda".
Monsieur Pompadour se ha marchado, y para Mary no es la mejor manera de comenzar su semana.

domingo, 29 de julio de 2007

Voyeur

Monsieur Pompadour vive en un segundo piso, y es por ello que frecuentemente saca a pasear a Diderot, porque aunque es un perro pequeño, es algo inquieto. De hecho, siempre desea ir a la biblioteca pública, y asi acabar con su enciclopedia canina, y de paso ganarle la partida a Voltaire, el odioso pulgoso de la esquina. Bueno, creo que esto no es lo que importa hoy.
El cuarto de Pompadour da hacia la calle, en las mañanas es frio, pero a medida que transcurre el día, los rayos de sol van iluminándolo. Tiene una gran ventana, no de dimensiones colosales, pero si lo suficiente para llamarla una gran ventana. Y él, como hombre impaciente, suele pasearse a diario, intentando ordenar las ideas, lo que sigue del día, su vida. Y da pasos y pasos. Es en esos momentos, cuando en la casa de al frente, Mary lo observa en silencio. Si, en su soledad habitual lo observa, y en secreto. Tal cómo James Stewart, pero en realidad, seria como una Grace Kelly, mirando desde una ventana indiscreta. Pero Mary es una mujer normal, y escudriña desde la oscuridad, día tras día. Lamentablemente, Monsieur Pompadour se preocupa sólo de su vida, y no hay tiempo para ver más allá de sus pasos.

sábado, 28 de julio de 2007

El paseo de Pompadour

Monsieur Pompadour camina distraido por las calles. Lo acompaña su perro Diderot, el cán mas ilustrado de la cuadra, aunque Voltaire, el fox terrier de la esquina quiere hacerle la competencia.
Pompadour continua distraido, y en su cabeza resuena Frank Sinatra, más romántico que nunca. Distracción terminada, una mujer de sueños cruza frente a sus ojos. Pasos de felina, actitud de poder, pero por un momento lo observa, y sus ojos derraman miel. Si, miel de sus ojos, dulzura tambien le dicen, aunque desde ciertos puntos de vista puede ser ternura, candidez, e incluso inocencia, pero Pompadour no se atrevió ir mas lejos, su caminar de gata decia otra cosa. Aquel encuentro fugaz de ojos, fue un momento de esos que se congelan en el tiempo, en el espacio, en la cuarta y quinta dimensión, hasta en la cuerdas del universo. Pero aunque se miraron con pasión, el siguió adelante, y ella por su parte también (Diderot tiraba de su correa, quería hacer uso de su posición en un árbol). Como el protocolo de flirteos mundial lo señala, Monsieur Pompadour se volteó para observar una vez más la dama, pero cuando lo hizo, se dio cuenta de tres cosas cruciales:

1.- El giro fue muy brusco, y la torticolis afloró instantaneamente
2.- La dama se dirigia a abrazar a otro hombre
3.- Ergo, Frank tenía razón. The lady is a tramp.

jueves, 12 de julio de 2007

la primera curda en verdad

Comenzar sin algo mio, con una ayuda desde otro lugar. Amo esta cancion y espero seguir escuchandola muchas veces mas. Grande Polaco

LA ULTIMA CURDA
(Troilo / Castillo)
Roberto Goyeneche (Argentina)


Lastima bandoneón, mi corazón
tu ronca maldicion maleva
tu lagrima de ron me lleva
hasta el hondo bajo fondo
donde el barro se subleva
Ya se, no me digas tenes razon
la vida es una herida absurda
y es todo, todo tan fugaz
que es una curda, nada mas
mi confesión.

Contame tu condena
decime tu fracaso
no ves la pena que me ha herido?
y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido
Ya se que me hace daño
ya se que me lastimo
llorando mi sermon de vino
pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón
y busca en el licor que aturda
la curda que al final
termine la función
corriendole un telón
al corazón.

Un poco de recuerdo y sinsabor
gotea tu rezongo lerdo
marea tu licor y arrea
la tropilla de la zurda
al volcar la ultima curda.
Cerrame el ventanal, que arrastra el sol
su lento caracol de sueño
no ves que vendo de un pais
que esta de olvido siempre gris
tras el alcohol.