sábado, 14 de marzo de 2009

Play, stop, play

Un lápiz sobre el papel. Un acto tan simple pero trascendente si se aborda de una perspectiva mayor. La tinta humedeciendo la superficie, los signos emergiendo, el lenguaje configurándose, adquiriendo sentido, hasta que emerge la vida. Pero esa vida es ficción, y aún asi ¿que vida no es ficción? En las apreciaciones de lo real, construimos recuerdos, creamos pensamiento, reflexionamos, todo es permanente construcción, ficcionar lo real. Y asi, mientras la mano se apoyaba empuñando la superficie, Clodomiro hacia visible un nuevo mundo.
Comenzó a entender el misterio de las páginas en blanco, el azar de las desapariciones y encuentros, los espejos entre su vida y la historia tras los renglones. Finalizarla sólo seria otro acto de construcción como tantos antes. Su vida con Micaela fue un proceso de edificación. El amor emergía en cada beso húmedo, en cada abrazo, en cada caricia en los cabellos de ella. Y las palabras situaban ventanas o nuevas habitaciones donde transitar, era una vía hacia algo mayor. Y asi también un día, todo comenzó a desmoronarse hasta ser sólo cimientos derruidos.
Una página en blanco es un comienzo, es la primera piedra. Clodomiro una noche de sábado comprendió aquello. Recogió el libro de donde lo habia lanzado, revisó nuevamente sus páginas, y una vez que estuvo preparado, tomó un lapiz y comenzó a escribir. Mientras lo hacía, lo único que pudo pensar es: "Este es un nuevo comienzo".